domingo, 24 de octubre de 2010

Ciencia-Ficción y utopías posibles


(Tomado del semanario anarquista italiano UMANITA' NOVA, 26/05/1991)

En todo el mundo - de Canadá a Italia y Australia - hay una decena de revistas, círculos, editoriales y grupos anarquistas llamados "Anarres". El nombre, probablemente, sonara un poco misterioso a los compañeros mas veteranos, pero el libro del cual fue tomado - "Los Parias del Otro Planeta" de Ursula Le Guin, que cuenta acerca de dos planetas gemelos, el capitalista Urrar y el anarquista Anarres - es de seguro el best-seller genuinamente anarquista mas difundido en la década de 1980.

No es casual que "Los Parias del Otro Planeta" sea un libro de Ciencia-Ficción. Aunque asociada en la imaginación popular con mundos tipo "Guerra de las Galaxias" (mas falsos que un billete de Bs. 30), la Ciencia-Ficción es ante todo una construcción narrativa de mundos posibles y a menudo probables; en ella se crean utopías libertarias como esta de Le Guin y la de Eric Frank Russell en "Galaxia que va", pero con mas frecuencia pesadillas tecnocráticas que anuncian el futuro próximo de la sociedad autoritaria, cuando nuestra libertad sea pura apariencia y el capitalismo haya colonizado nuestro espacio intimo; entonces el control social estará asentado en las drogas, cuenta Philip K. Dick, y los disidentes serán obligados a un eterno vagabundeo, parece responder Theodore Sturgeon.

La Ciencia-Ficción no es sólo denuncia o descripción de modelos sociales alternativos; es sobre todo exploración de los confines extremos del universo literario, tras las paradojas creadas por la ciencia (viajes en el tiempo, etc.), o abriendo a la experiencia de otros mundos, otras criaturas inteligentes, otras máquinas. Por todos estos motivos, a partir de los años 60, la Ciencia-Ficción es un género narrativo querido y frecuentado por los anti-autoritarios: imaginar "otros mundos" caldea en el corazón la esperanza de la liberación, además de hacer mas incisivas las armas de la crítica frente a la realidad que nos toca vivir.


Cyberpunk  (cyber  +  punk)

Con este término (que inicialmente se alternó con el casi sinónimo "neuromantic") hace algún tiempo que la crítica estadounidense ha empezado a denominar la obra de un grupo de jóvenes escritores de la Costa Oeste, de los cuales los mas famosos son William Gibson, Bruce Sterling, Kim Stanley Robinson y Greg Bear. Los temas de sus novelas están todos de algún modo ligados al universo cibernético de computadoras, bancos de datos y realidades virtuales. Los protagonistas son hackers, modernos cowboys informáticos que - en lugar de eludir la pistola de algún sheriff - deben pasar a través de la barrera del password puesto en defensa de los secretos de las computadoras "centrales" y, en general, burlar la inviolabilidad del sistema. La escritura no es simple: trozos de relato "clásico" alternan con spots publicitarios, instrucciones para programación, fragmentos de rock; la lección de la escritura automática de los surrealistas y del "cut-up" de W. F. Burroughs se enriquece con los sonidos del lenguaje de los tiempos de la electrónica.

Se requiere seguir la narración en medio de esta especie de lluvia de meteoritos. Sin embargo la lectura de las novelas de Gibson y compañía no es difícil, en realidad el bombardeo de mensajes es parte de nuestra cotidianidad. Nada nuevo bajo el sol por tanto. En estos territorios ya se habían aventurado otros, siendo los primeros John Shirley con "Transmaniacon" y "El Rock de la Ciudad Viviente" y Richard Bachman / Stephen King con "El Hombre en Fuga". El hecho es que - como se dice - el cyberpunk viene llegando "al lugar justo en el momento justo", dispuesto a recoger la sensibilidad de los tiempos, En sus historias el problema fundamental es la información: cualquier noticia, cualquier "dato" que robar o piratear, cualquier cosa por saber a la que se niegue el acceso. De la sociedad electrónica y de los medios masivos se necesita hasta un cierto punto; el último libro escrito a dos manos por Gibson y Sterling, "La Máquina de Vapor", se ambienta en la Inglaterra de la Primera Revolución Industrial, en un pasado reconstruido donde Lord Byron está gobernando y se ha inventado una computadora a vapor.

La Guerra del Golfo vino a demostrar cuanto se ha elevado el nivel de desinformación que campea en los medios masivos (plagados de noticias falsas y tendenciosas), lo cual hace improbable comprender aquello que está sucediendo. A pesar de esto nosotros, cuando vemos el tele-noticiero buscamos la vuelta - entre el revoltillo de espectáculo y propaganda - para "robar informaciones".

Los libros cyberpunk muestran nuestro extravío en un universo mental que es hoy en día pura falsificación. Ellos hacen soñar con poder usar un teclado de computadora como una espada para desafiar a duelo a todos aquellos que (en la realidad) nos arrebatan el sentido cierto de los acontecimientos y de lo que sucede a nuestro alrededor.

Cyberpunk es una bella palabra que suena como una invitación a llevar la rebelión del punk a los centros vitales de información. No es de sorprenderse que gracias a la simpática gente de DECODER (quienes además de hacer una sorprendente revista, llevan años de porfía alentando el proyecto de convocar los mil rostros del underground y la contracultura), en Italia el vocablo "Cyberpunk" hoy significa uso no convencional de los equipos informáticos, sabotaje, hurto de datos, redes alternativas, prácticas que pueden volverse terreno común de cuantos se mueven en oposición al status-quo.

La Ciencia-Ficción, una vez mas, ha sabido proveer un lenguaje justo para nuestros deseos y nuestra imaginación libertaria.

(Correo A # 18, pp. 14-15; marzo 1992)

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