martes, 26 de octubre de 2010

Venezuela: Oro y Ecocidio


Con complicidad entusiasta del Estado y participación de transnacionales mineras de Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña y Sudáfrica, está en marcha en Venezuela una campaña para impulsar la pronta explotación de una riqueza aurífera que, según sus promotores y beneficiarios, sería la confirmación de aquel fabuloso El Dorado que en el Siglo XVI buscaron con rapacidad los europeos en estas tierras. Se habla de entre 8 mil y 12 mil toneladas de reservas probables, lo que significaría un 10 % del stock mundial, con valor actual de mercado por 140 mil millones de dólares. Por si fuera poco, supuestamente sería mineral de alto tenor, con rendimientos de  8, 12 y hasta 16 gramos de oro por cada tonelada de material procesado, lo que se compara muy favorablemente con la producción de las vetas sudafricanas que dan en promedio 4 gramos por tonelada. Así que no es de extrañar que se haya desatado una "fiebre del oro", incentivada además por el pretexto de que esta riqueza sería una solución a las graves dificultades económicas por las que pasa el país desde la década previa.

Antes de 1991, la extracción de oro en gran escala era potestad del Estado, que no se ocupaba mucho de ello pues el petróleo le resultaba mas rentable, manteniendo una modesta producción en las viejas vetas de El Callao que nunca paso de 12 toneladas anuales y permitiendo a la pequeña minería artesanal extraer unas pocas toneladas de oro en aluvión. Pero a partir de esa fecha y en conexión al programa económico neoliberal, se abrió un proceso de cesión de grandes y medianos contratos para explotación aurífera, que hasta 1994 había otorgado 436 concesiones, por una superficie de 1.283.882 hectáreas, casi 12.839 kms.\2, siendo el área que finalmente se entregará a los operadores mineros de unos 30.000 kms.\2 (apenas algo menos que la superficie de Bélgica o Catalunya y un poco mas que la región andina venezolana). Voceros oficiales y privados hablan de una producción que para el año 2000 estará entre las 40 a 60 toneladas, convirtiendo al país en uno de los máximos proveedores mundiales, dando empleo a 120.000 personas e ingresos a la nación de 250 millones de dólares anuales. Se anuncía para 1996 el inicio de actividades de la primera de las nuevas grandes minas (Las Cristinas, en el Estado Bolívar, operada por la Placer Dome de Canadá), de donde saldrán 300.000 onzas de oro al año -9,331 toneladas-.

Pero la prometida bonanza plantea un enorme problema ecológico: la minería aurífera solo es posible al sur del río Orinoco, en la vasta región de Guayana, la cual como el resto de la Amazonía presenta características únicas de biodiversidad cuya preservación es imprescindible y donde la intervención humana debe ser cuidadosa en alto grado por tratarse del entorno con la mayor riqueza natural del planeta, que hace de Venezuela el cuarto país del mundo en lo que a diversidad biológica se refiere. Guayana comprende 44% del territorio venezolano (403.750 kms.\2, Estados Amazonas y Bolívar), y solo 5,5 % de la población (1.200.000 habitantes), concentrados casi todos en una pequeña área cercana al Orinoco, siendo el resto un espacio que se ha mantenido relativamente libre de la masiva intervención depredadora del Estado y el capitalismo. El potencial minero de Guayana (oro, diamantes, bauxita, hierro, minerales radioactivos, titanio etc.) hace tiempo es conocido y explotado, pero los ámbitos donde se localizaron estas actividades, el modo de hacerlas y su impacto en el ecosistema apenas había afectado esas amplias extensiones, aunque los desastres ambientales por obra de la acción de pequeños mineros, tecnócratas estatales y terratenientes ya han hecho mella en varios puntos de la región.
  
Ahora, con el nuevo espejismo áureo, el riesgo se hace aun mayor y lo que estamos viendo así lo confirma. Allí está el mismo proceso de otorgamiento de concesiones que, como cabe esperar en el Estado venezolano, se ha visto marcado por toda clase de corruptelas y vicios, cuyos mejores exponentes han sido los sucesivos presidentes de la Corporación Venezolana de Guayana y los ministros de Energía y Minas (en especial el actual, Erwin Arrieta, también flamante Secretario General de la Organización de Países Exportadores de Petróleo), acusados de figurar directamente o a través de testaferros entre los principales receptores de permisos de explotación, los cuales luego son traspasados a las transnacionales interesadas a cambio de jugosas comisiones. Este codicioso reparto llego a incluir áreas que están expresamente prohibidas por ley como el Parque Nacional Canaima (en el cual se localizan las extraordinarias formaciones geológicas llamadas "tepui" y la cascada mas grande del mundo, el Churún Merú o Salto Angel), donde se entregaron 18 contratos sobre 5.000 hectáreas al norte del Parque. También han sido afectadas la Zona Protectora Sur del Estado Bolívar, asiento de las cabeceras de la mayoría de los ríos mas caudalosos del país, y la Reserva Forestal de Imataca, donde a pesar del palabrerío burocrático sobre conservación de la naturaleza se realiza el 40% de la actividad minera del estado Bolívar. En cuanto al estado Amazonas, la voracidad minera está presionando con fuerza para que se anule la prohibición de realizar allí sus actividades, la cual en la práctica es cada vez mas pura letra muerta.

Debe destacarse el impacto fatal que el "boom" minero tiene para la población indígena de Guayana, estimada en unas 80.000 personas de las etnias pemón, yanomami, piaroa, guahibo, yekwana y otros 17 grupos más (25% de la población aborigen del país y 88% de sus etnias autóctonas). Para ellos, ocupantes milenarios y perfectamente integrados de ese frágil entorno ambiental, toda acción ecocida es un directo ataque genocida, de lo cual hay una larga historia que en los últimos años se ha agudizado por la renovada presencia agresiva de los pequeños mineros (llamados en Brasil "garimpeiros"), quienes son punta de lanza en la ocupación de territorio y explotación de riquezas de las que otros mas poderosos serán luego principales beneficiarios. Se calcula que hay unos 30.000 en la región y su actividad destructora va desde el envenenamiento de ríos y suelos con mercurio (solo en la cuenca del Caroní se estarían arrojando al año 3.000 kg. de este metal tan tóxico, usado para separar el oro de otros minerales), pasando por la contaminación de las aguas con la remoción de sedimentos (el mismo río Caroní tenía en 1982 un volumen medido corriente abajo de sedimentos arrastrados de 4.500 toneladas/día, en 1995 es de 10.500 toneladas/día), hasta llegar a los asesinatos y violaciones masivas de indígenas.

Con calculada hipocresía, los defensores de la gran minería transnacional pretenden desmarcarse de los toscos desmanes de los "garimpeiros" argumentando que promueven una explotación "mas racional y ecológicamente sustentable(¡!)", pero no existe ninguna experiencia de minería a cielo abierto en áreas de bosque tropical húmedo donde la intervención sobre los suelos no ocasionara un daño irreparable, y no hay un solo trabajo científico publicado que demuestre lo que afirman las empresas mineras. De hecho, la tecnología que van a usar Cristalex, Yellow Jack, Monarch o Placer Dome es la misma que usan en países no tropicales, lo cual se sumará a la actitud complaciente de supervisión de riesgos ambientales que de seguro tendrá el Estado para "no preocupar a los inversionistas extranjeros", originando lo que no dudamos en calificar como el peligro mas grande que haya tenido que afrontar la ecología de Guayana. Que esto no es exageración se comprobó el 19 de agosto de 1995 al derramarse millón y medio de litros de desechos de cianuro en los rios Omai y Esequibo de la vecina república de Guyana, como resultado de las actividades de una filial de transnacionales del oro de Canadá y EE. UU., causando el peor desastre ecológico ocurrido en esa nación.

Además, las exigencias de rentabilidad para que estas compañías operen presionan de tal modo que el Estado no solo está cediendo a sus demandas sobre reducción de impuestos, exportación de beneficios y legislación ambiental a la medida, sino que además se propone garantizarles toda clase de "ventajas comparativas" (suministro barato de energía, comunicaciones, obras públicas diversas, etc.), sin olvidar lo que disimuladamente reclaman respecto a la sobre-explotación de la mano de obra, donde su historia en Sudáfrica, Brasil o República Dominicana es un funesto aviso de lo que espera a los trabajadores. De esta manera, terminarán haciéndose humo los supuestos ingresos cuantiosos que la nación recibirá de su quimera dorada, sin compensar los terribles costos económicos, ecológicos, sociales y culturales que causa.

No ha dejado de haber respuesta a esta situación, proveniente de grupos ecologistas y pro-indígenas venezolanos, organizados en 1995 en la Coordinadora Nacional Contra la Minería, la cual a través de diversas acciones, documentos y declaraciones ha tratado de alertar sobre el problema. Claro está que los amos del poder y de los grandes medios de difusión han querido minimizar esta voz disidente e imponer un supuesto acuerdo de la opinión "respetable" del país con las maravillas que anuncian los empresarios mineros y sus compinches gubernamentales. Con todo, se ha logrado al menos abrir algún nivel de concientización y debate respecto al asunto entre quienes están interesados en la problemática ecológica e indígena, obligando inclusive a que los responsables del guiso sean mas cuidadosos. Por ello, hemos visto como desde fines de 1994 se paralizó la entrega de concesiones, y el Procurador General de la República hasta asomó que podría anularse por ilegal todo ese proceso. Creemos que esto no significa que el gobierno de Rafael Caldera pretenda echar atrás la apertura neoliberal en la minería del oro, sino que son maniobras de distracción para adormecer a potenciales opositores y para amarrar bien un negociado que promete ser tan rentable para quienes lo auspician como catastrófico para el ecosistema de la Amazonia venezolana.

     Sofía Comunniello
(CORRE@ # 28, pp. 6-7; noviembre 1995)

¿Es posible construir la Revolución social sin la toma del poder político?


 Volin (V.M. Eichembaum), Anarquista ruso, 1882-1945


El poder político no es en si una fuerza. Es fuerte en la medida en que puede apoyarse en el capital, en la armazón del Estado, en el ejército, en la policía. Falto de esos apoyos, permanece suspendido en el vacío, impotente, inoperante...

Si la Revolución social está en gestación, de manera que el capital -suelo, subsuelo, fábricas, medios de transporte, dinero, etc.- comienza a pasar al pueblo, y el ejército hace causa común con éste, no hay que preocuparse del poder político. Si las clases vencidas intentarán por tradición formar uno, ¿qué importancia podría tener? Siempre sería un gobierno fantasma, ineficaz y fácilmente suprimible al menor esfuerzo del pueblo armado. Y la revolución, ¿qué necesidad tiene de gobierno y poder político? Su sola tarea es la de avanzar por la misma ruta popular, organizarse, consolidarse, perfeccionarse en lo económico, si es preciso  defenderse, extenderse y edificar la nueva vida social de las vastas masas, etc. Todo esto, en efecto, nada tiene que ver con un poder político. Porque todo esto es función normal del propio pueblo revolucionario, de sus múltiples organismos sociales y  económicos y de sus federaciones coordinadoras, de sus formaciones de defensa, etc.

¿Qué es en el fondo un poder político? ¿Qué es la actividad política? ¡Cuantas veces lo he preguntado a miembros de partidos políticos avanzados sin obtener jamás una contestación inteligible! Se puede llegar a saber lo que es la actividad social, económica, jurídica, administrativa, diplomática y cultural; pero ¿qué es una actividad política? Se pretende que es la actividad administrativa central propia de un país, luego poder político significaría poder administrativo. Pero ambas nociones no son de ningún modo idénticas, A sabiendas o no, se confunde política y administración, igual que se confunde Estado y Sociedad. La actividad administrativa es una parte importante de cualquier actividad humana como principio coordinador u organizador. En cada dominio, los hombres que poseen el don de organización deben ejercer normalmente sus funciones de organizadores, de administradores. Estos hombres, trabajadores como los demás, deben asegurar la administración de las cosas sin erigirse en poder político, el cual permanece indefinible, pues no existe función política específica en una comunidad humana y desaparece cuando las funciones reales son cumplidas por los servicios correspondientes.

...¿Acaso el poder hace vivir, actuar, y entenderse a los hombres? ¿Ha habido un poder que haya convertido a una sociedad en feliz, armoniosa y organizada? Al contrario, los períodos históricos con sociedades relativamente felices han surgido en épocas de débil poder político: la antigua Grecia, algunos períodos de la Edad Media, etc... El poder político ha surgido, dentro del proceso evolutivo de las sociedades humanas, por razones históricas determinadas, que hoy día no existen. Se pretende que para administrar se requiere de imponer y mandar con medidas coercitivas. Un poder político sería, pues, una administración central de un país con medios compulsivos. Sin embargo, un servicio administrativo popular puede recurrir, si es preciso, a medidas extremas, sin valerse de un poder político específico permanente.

Se afirma que los pueblos son incapaces de crear por si solos una administración eficaz. Se hallarán suficientes pruebas de lo contrario en el transcurso de este libro*. Si en plena Revolución social, los diversos partidos políticos quieren entretenerse en organizar el poder, el pueblo debería proseguir su tarea revolucionaria dejando aislados a los partidos. Si, después de febrero y octubre de 1917, los trabajadores rusos, en lugar de darse nuevos amos, hubieran continuado sencillamente su labor con ayuda de los revolucionarios, el poder político habría desaparecido. Los hechos desconocidos hasta ahora, revelados en esta obra, confirman dicha tesis. Esperemos que los pueblos empiecen a ver claro y no se dejen engañar por los políticos, que sólo son revolucionarios de salón.

*La Revolución Desconocida, publicado por 1ra. vez en Francia en 1946, exposición brillante sobre la presencia anarquista en la Revolución rusa y la degeneración del proceso transformador a manos de los bolcheviques. Este texto es un fragmento de su Introducción.

(Correo A # 28, p. 19; noviembre 1995)

"Tierra y Libertad"


(Resumen de reseña aparecida en FREEDOM del 10/junio/1995. Traducción de Luis, de Santa Barbara, U$A, y vía A-Infos.)

Uno de los muchos méritos de la última película de Ken Loach "Tierra y Libertad" es que nos incita a leer otra vez Homenaje a Cataluña, el libro de George Orwell. Gran parte de la película es, de hecho, una recreación de escenas de esa obra: El ejercicio en la plaza de armas del cuartel Lenin, las trincheras en el frente de Aragón, el rifle que se dispara por la culata, las luchas de mayo en Barcelona. Por sus contactos con el ILP (International Labor Party), Orwell se unió a la lucha española en 1936 en las milicias del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista, marxistas heterodoxos que en la práctica se aliaron con la CNT y la FAI). En "Tierra y Libertad" David, un comunista desempleado de Liverpool, se une al POUM porque es el primer grupo que encuentra. Stafford Cottman, amigo ingles de Orwell en el POUM en quien se basa el personaje de David, era miembro de la Liga de Jóvenes Comunistas. Cuando David por fin se da cuenta, después de los sucesos de mayo de 1937 en Barcelona, que los stalinistas están traicionando a la revolución, hace añicos su carnet del partido. Finalmente, cuando el POUM es declarado fuera de la ley  - hay un vistazo al infame titular que aparece en el Daily Worker (diario comunista británico) el 19 de Junio de 1937: Troskistas españoles con Franco -, la milicia de David es desbandada a la fuerza y su comandante es arrestado, seguramente para enfrentarse, como Andreu Nin (principal dirigente del POUM) a la tortura y a la muerte. Orwell (Capítulo 5) da un recordatorio oportuno de quienes eran los del POUM: "Los milicianos del POUM eran principalmente miembros de la CNT". Añade: "Durante los primeros dos meses de la guerra eran los anarquistas, mas que nadie, los que salvaron la situación, y mucho después sus milicias eran notablemente los mejores combatientes entre las fuerzas puramente españolas. A partir de Febrero de 1937 los anarquistas y el POUM podrían hasta cierto punto ser agrupados juntos".

Una de las mejores escenas del film es la toma de un pueblo controlado por los insurgentes. La cámara controlada a mano nos comunica toda la emoción de la lucha callejera y el pánico causado por un cura disparando desde el campanario de la iglesia. Una vez capturado el cura lo niega pero en el hombro acusa las contusiones del retroceso del fusil. Es empujado hacía una ejecución sumaria por esto y por haber delatado (rompiendo el secreto del confesionario) el escondite de cuatro jóvenes anarquistas, entre cuyos cadáveres es fusilado. La terrible belleza revolucionaría de la escena es tan conmovedora como cualquiera del Acorazado Potemkin o de L'Espoir de Andre Malraux. Lo primero que los campesinos hacen al ver que los fascistas se van es quemar las imágenes y pinturas religiosas. Después, los aldeanos y los milicianos del POUM tienen una asamblea para discutir la colectivización, el corazón de la revolución española. Segun dice el mismo Loach: "uno de los pocos momentos en la historia de la humanidad en la que se ve al pueblo tomando el control sobre sus propias vidas".

No es accidente que "Tierra y Libertad" empieza y termina en la Inglaterra contemporánea. Al igual que “Hidden Agenda” y “Ladybird Ladybird” (otros films de Loach), es un ataque a los valores de la Inglaterra conservadora. El anciano David sufre un ataque cardíaco en su hogar de Liverpool y muere en la ambulancia. Su nieta, mientras limpia, halla sus cartas desde España a su novia, luego esposa. Su lectura introduce las escenas retrospectivas. La película termina con el entierro de David, en el cual la nieta lee unas líneas conmovedoras de William Morris. Se enfatiza el hecho de que era un trabajador inglés que nunca dejó la lucha para construir lo que Auden llamó "la Ciudad Justa". Como el mismo David dice después del desbande forzoso de su milicia, solo unas semanas antes de que la división de Líster fuese enviada a destruir las colectividades en Aragón: "Si hubiésemos triunfado aquí, y se pudo haber hecho, hubiésemos cambiado al mundo". El informe de Orwell sobre las milicias del POUM es un registro conmovedor (Capítulo 8) de lo que fue haber estado en Aragón, en "la única comunidad de cualquier tamaño en la Europa Occidental donde la conciencia política y la incredulidad en el capitalismo eran mas normales que sus opuestos... Muchos de los motivos normales de la vida civilizada - snobismo, acopio de dinero, miedo al patrón etc. - simplemente habían dejado de existir. La división de clases ordinaria en la sociedad había desaparecido... una comunidad donde la esperanza era mas normal que la apatía o el cinismo, donde la palabra "camarada" expresaba camaradería y no, como en otros países, farsante...para la gran mayoría del pueblo socialismo significaba una sociedad sin clases, o no significaba nada ."

La grandeza de "Tierra y Libertad" es que articula esto, manteniendo la esperanza viva. El film se hace eco del entusiasmo de Orwell convaleciendo en Barcelona, en su carta a Cyril Connolly (8 de junio de 1937):"He visto cosas maravillosas y puedo, por fin, realmente creer en el socialismo, lo cual nunca creí antes". El día que se enlistó en la milicia del POUM conoció a un italiano en el cuartel Lenin. Nunca lo volvió a ver pero se convirtió para Orwell en un símbolo de "la flor de la clase trabajadora europea, asediada por la policía de todos los países, el pueblo que llena los sepulcros de los campos de batalla españoles". Viendo en retrospectiva la guerra civil española, Orwell escribió un poema sobre ese obrero italiano, que dice:
            "Pero eso que en tu rostro ví
            No hay fuerza que desherede
            No hay bomba que al explotar
            Reviente el espíritu cristalino."

El espíritu cristalino de la película de Loach deslumbra.

(Correo A # 28, p. 18; noviembre 1995)

Computadoras y anarquismo


 Paul Rabin

(Tomado de THE RAVEN Quarterly de Londres, traducción: A.V., edición on line accesible vía  Internet: <http://web.cs.city.ac.uk/homes/louise/raven.html›)


Espero hacer aquí una breve revisión de dos aspectos de la cultura y su relación con el anarquismo, la mas positiva y animosa expresión del espíritu humano, y las computadoras, la mas poderosa y compleja tecnología producida por el ingenio humano. Puede verse extraño considerar juntos anarquismo y computadoras, después de todo, ¿no ha sido el anarquismo un movimiento político marginal y poco exitoso, mientras las computadoras han sido algo tanto central como efectivo? Difícilmente habrá área de la vida que no hayan revolucionado esas máquinas. Además, son como extremos opuestos de desorganización y organización, apenas relevantes el uno para el otro. Pues bien, si son opuestos en un sentido, y su diferencia ha tenido que ver con organización, pero es una distinción de genero mas que de grado, y, como espero probar, cada uno promueve inquietudes cruciales, tanto teóricas como prácticas, para el otro. Mas aún, cuando los juzgamos mas generalmente, anarquismo y computadoras son distintivos de las dos mayores fuerzas de la historia cultural.

El anarquismo es expresión política de la anarquía, una fuerza cultural para la proliferación de formas humanas de vida; las computadoras son expresión tecnológica de otra fuerza cultural, que llamaremos orden, que se esfuerza por determinar y controlar. En la historia humana ambas fuerzas se han desarrollado, a veces en armonía, a veces en oposición: en lo síquico, la anarquía es reflejada en Eros, efusivo y alegre; el orden en Tánatos, estático e inseguro; en lo político, la anarquía se evidencia en la libertad, el orden en la autoridad; en lo económico, anarquía se expresa en compartir y dar, orden en poseer y tomar. Vista así, la relevancia mutua, y compartida, de anarquismo y computadoras es clara. En el presente, el orden está en ascenso y la anarquía es desacreditada y desaprobada. Como anarquista, me he interesado en la naturaleza de, y en requerimientos para, un mundo en donde la anarquía sea el espíritu reinante. Mas adelante, al examinar el dominio de la anarquía, indico mi visión sobre nuestra relación con otra gente y con la sociedad en general, nuestros lazos con las cosas y con el mundo en general, y nuestras relaciones con nosotros mismos, nuestro sentido de identidad, nuestro saber y actividad. Luego, al examinar el dominio del orden, expongo el lugar de las computadoras dentro de el.

Por si solos, ni anarquía ni orden son una base posible para la cultura humana. Anarquía sin orden se limita en sus medios de existencia y sus medios de expresión. Orden sin anarquía es estéril y autodestructivo. La dominación actual del orden es tanto opresiva como peligrosa. El hallazgo de posibles vínculos sanos entre anarquía y orden y, mas en concreto, la determinación de los requerimientos para un diseño y uso socialmente beneficioso de las computadoras están entre las tareas mas urgentes que encaramos. Al final, describiré algunos de los modos en los que el uso de las computadoras reta a la libertad humana. Concluyo en que no hay modo seguro de usar las computadoras y que sus beneficios son generalmente comprados al precio de la libertad. Mi propia idea de la anarquía esta basada en varios años de lectura, discusión y reflexión. Es solo una entre una amplía variedad de visiones de la anarquía. He estado ligado con computadoras en varias condiciones por cerca de 18 años y me fascinan por su sugestividad y su desafío. En la intersección de estos dos intereses, así como de muchos otros, yace un enigma persistente, ¿qué relación es posible entre lo formal y lo informal? Las reflexiones expresadas aquí son necesariamente incompletas.

El dominio de la Anarquía

El anarquismo es el movimiento político e intelectual en pro de la anarquía. La anarquía se basa en la deseabilidad y posibilidad innata de libertad, creatividad y actividad responsable de las personas, separadamente y en asociación. El anarquismo es motivado tanto por el sentimiento como por el convencimiento de que dicha actividad autónoma es necesaria para el crecimiento y desarrollo de la inteligencia, dignidad y felicidad humana. El anarquismo se ha manifestado por si mismo en una variedad de organizaciones y teorías. Pero la anarquía en si no es una teoría específica o forma de organización, es un aliento que puede buscar expresión, en un amplio o limitado grado, en diversas teorías y organizaciones. La Anarquía no es completa o coherente o definida.

Analizar la anarquía es necesariamente infligirle una lesión, pues no puede ser captada por completo en ninguna formalización. La anarquía está tanto en aquellas formas de la vida humana que la respaldan como en las que le son hostiles. El anarquismo es optimista sobre la naturaleza humana, y para él basta con que extirpemos la opresión y la humanidad florecerá en múltiples expresiones culturales, ya que la gente es en esencia creativa y cooperativa. Por supuesto, esto es un ideal, la realización de cualquier sociedad anarquista implica muchos compromisos con el orden, así sea para proveer algo de seguridad a aquellos que desean una existencia poco aventurera. Pero aceptando el orden, el anarquismo se pone a si mismo en peligro de perder la libertad. Para asegurar la anarquía, debemos primero asegurar sus fundamentos, los nexos básicos donde las personas se vinculan con otras, con si mismas y con el mundo a su alrededor.

Habiendo indicado en lo anterior las relaciones claves de la anarquía, debemos todavía llegar a formas de organización social basadas en esas relaciones para resolver los problemas prácticos de la vida. Pero me interesan aquí los nexos básicos porque ese es el nivel donde ocurre el conflicto esencial entre anarquía y orden, y es en este nivel que la significación social de la computadora deberá ser comprendida. Los problemas prácticos de la construcción social quedaran para otra ocasión. Todas las relaciones básicas de la anarquía envuelven personas. Las cualidades de objetividad y subjetividad se fusionan en estas relaciones. Lo que sigue las bosqueja desde tres ángulos: relaciones con otros, relaciones con las cosas, relaciones con uno mismo. Estas relaciones están todas conectadas.

A) Relaciones entre las personas:
Las variantes del anarquismo difieren en sus concepciones de las relaciones sociales. Los anarcoindividualistas ven la sociedad como una restricción a la libertad de los individuos. Las relaciones libres serían modeladas en contratos entre átomos sociales autónomos, cada uno actuando en su propio interés. Como Marx observara, este modelo de relaciones sociales está basado en la ideología capitalista y no es natural sino sumamente estructurado, siendo opuesto a la libertad. El anarquismo socialista, o comunista, piensan que libertad y desarrollo humano están enraizados en una matriz social. El mas grande énfasis del anarquismo debe ser sobre los lazos colectivos. De hecho, todas las relaciones anarquistas tienen una dimensión social. Para que la gente sea libre, las relaciones entre la gente deben ser libres. Las personas deben interactuar directamente con cualquiera, y no deben dominar a ninguno. La mediación limita la interacción y a las relaciones basadas en la interacción. La mediación aliena a la gente una de otra y enmascara la opresión.

Las personas pueden formar asociaciones voluntarias a fin de procurar intereses comunes. Cada uno puede estar vinculado a cualquier cantidad de uniones clara o vagamente definidas. Asociación acarrea responsabilidades, pero no imposición de ellas, ni exigencia de cumplir bajo amenaza de sanción. En vez de ello, están basadas en una ética compartida de respeto por uno mismo y por los demás. Obligarse con una asociación es siempre voluntario; el grado de ligereza con que alguien entrará o dejará a una de ellas dependerá de los compromisos involucrados. Algunas asociaciones serán transitorias, otras a largo plazo. Pueden unirse o sobreponerse unas a otras en espacio o tiempo. La sociedad consiste en un tramado orgánico de asociaciones, algunas se ocuparán en la producción, otras en investigación, y aun otras en la expresión libre. La gente será respetada haciendo caso omiso de sus asociaciones o responsabilidades. Habrá muchas uniones en las cuales participar y abogar por las personas, sin importar el grado de empeño que se pueda o quiera asumir. En particular, las asociaciones en las que se nazca darán estima y apoyo.

Luego que las relaciones puedan ser directas y no jerárquicas, la dimensión, duración y efectividad de las uniones anarquistas están limitadas. Requerirá enorme vigor de una asociación voluntaria aun acercarse a dichos limites. Superarlos impondrá que la libre y voluntaria naturaleza del grupo se complique por la centralización y autonomía organizacional. Este es un paso peligroso, puesto que elimina el control de la gente envuelta en la organización. Jerarquía y mediación pueden ser introducidas. Tal institución se reproducirá a si misma, ampliando el dominio en el cual las relaciones sociales anarquistas serían suprimidas. Las instituciones autónomas están en conflicto básico con la anarquía. Pueden, y tal vez deban, ser toleradas, pero solo cuando se han acotado dentro de términos de precisa observación. Tendremos que aceptar límites a la eficiencia. La sociedad anarquista exige ética participativa, determinación de preservar la libertad, y comprensión de los retos de la libertad. La gente compartirá su propia visión, y respetara la de los demás. Tanto el saber como la práctica serán plurales. La comunidad anarquista depende de la participación, en un mundo que participe.

B) Relaciones entre las personas y las cosas:
Hasta hace poco, el anarquismo no ha tenido mucho que decir sobre nuestras relaciones materiales. Como otras doctrinas, no ha cuestionado las categorías económicas simples de producción y consumo. La abundancia material procuraría ser suplida por la generosidad de la naturaleza incrementada por la tecnología. El manejo y conocimiento de las cosas pretendería también ser objetivo, independiente de lazos sociales. Esta visión ingenua debió cambiar. Una actitud de opresión para con la naturaleza conduce a la opresión en las relaciones humanas. Las elecciones tecnológicas necesariamente afectan los vínculos sociales. Una posición objetiva hacía las cosas difunde alienación entre la gente. Debemos aceptar límites al consumo. No tenemos derecho a destruir la naturaleza; al hacer uso de ella, el compromiso hacía los otros nos obliga a renovar lo que usamos. Debemos elegir tecnologías con cuidado, asegurándonos que al hacerlo no construimos relaciones sociales que no queremos. No podemos considerar las cosas "objetivamente", sino en el contexto personal, social y natural. Esto implica vernos a nosotros mismos como parte de la naturaleza. La propiedad privada en su forma actual no existirá, ni Estado que proteja "derechos de propiedad". Si son reconocidos derechos por las cosas, es basándose en la responsabilidad y el respeto.

C) Relaciones de las personas consigo mismas:
Para el anarquismo, estas relaciones serían expresión de los nexos con los mundos natural y social. La gente se percibiría en sus contextos natural y social, y comprendería las relaciones naturales y sociales envueltas en nuestras percepciones y actividades. Pero estas relaciones no imponen perspectivas y actividades de cada uno. Cada cual será autónomo: libre, creativo y responsable, al tiempo que la razón y la práctica anarquista deban ser firmemente arraigadas en los contextos natural y social, así como en todo individuo. Eso implica que los entornos social y natural de la gente deberán ser relativamente estables.

El dominio del Orden

Es del todo diferente al dominio de la anarquía. Donde la anarquía respalda al poder creativo, el orden apoya al poder dominante. El orden procura inmovilizar y mantener. Donde la anarquía integra la razón, práctica y teórica, dentro de los contextos de relaciones sociales y naturales, el orden busca separar tajantemente la razón de esos contextos, al cosificarla como una tecnología de dominación sobre los mundos social y natural. Esta separación de razón y realidad bajo el influjo de la dominación crea una tensión retorcida, resuelta en la creación de dos ideologías: racionalismo e instrumentalismo, las cuales sustentan y legitiman la razón en forma aislada y expurgada.

Dentro de la ideología del racionalismo, toda realidad puede ser completa y objetivamente entendida por la pura razón. El conocimiento objetivo es ámbito exclusivo de la ciencia, cuyos métodos y teorías son depurados de subjetividad. Se considera comprensible a un fenómeno cuando puede ser aislado y controlado. Dentro de la ideología del instrumentalismo, todo esto es vuelto al revés. El instrumentalismo es pragmático. Lo que puede ser controlado es real. Lo que es real puede ser completamente controlado. La función natural de la razón es la opresión. La objetividad es denegada. Estas ideologías mantienen la divisibilidad, la autoridad y la efectividad de la razón; por su conducto, el dominio del orden provee tanto los medios como la mistificación del control social. El régimen del orden ha sido apoyado por ende precisamente por aquellos que buscan dominar a las personas y a las cosas, apoyo recompensado generosamente. El régimen del orden ha sido sostenido también por quienes esperan usarlo como una defensa contra la dominación, y esto es un error trágico.

Por supuesto, ni racionalismo ni instrumentalismo son verdaderos, se trata de justificaciones separadas pero mutuamente respaldadas de un mismo proceso: la subyugación de la razón como un instrumento de dominación. La razón deviene en tecnología. Tal como la razón es expurgada, así mismo aquello sobre lo que opera debe ser depurado. El objeto de la razón es la información. El uso sin trabas de la razón instrumental requiere un ambiente de información pura. El máximo de información es separada de sus contextos social y natural, la mayor parte es espacio de operación de la razón instrumental.

Las computadoras son implementos mecánicos de la razón instrumental: almacenan, transmiten y manipulan información depurada; son filtros de información. Como las computadoras invaden el mundo, crean extendidas zonas de información expurgada, ensanchando de este modo el campo de acción de todas las formas de razón instrumental. Dentro de este ámbito, las computadoras son recursos poderosos para el control. El instrumentalismo realza el poder de las computadoras para legitimar la depuración de la información, las computadoras confirman al instrumentalismo para demostrar la efectividad de la razón instrumental. También están profundamente implicadas con el racionalismo. La razón expurgada solo se preocupa por el funcionamiento de las cosas; estas máquinas son el simulador ideal para ello. Desde que las computadoras son el instrumento mas efectivo de la razón expurgada, han devenido en modelo para la teoría y el método científico en un proceso autoreforzado. Como filtran información, crean una realidad que pueden de hecho modelar y controlar. Siendo así, las computadoras son criaturas de los procesos subyacentes del orden y de las ideologías del orden.


Las computadoras y el reto a la libertad

Las fuerzas de anarquía y orden están en hondo conflicto. La anarquía detesta la dominación, mientras que el orden sirve a la dominación. El uso de las computadoras manifiesta este conflicto en modos específicos como la ruptura de las posibles relaciones anarquistas. Si las computadoras medían las relaciones entre la gente, entonces estas no pueden ser directas ni libres. Tal mediación es alienante, reduciendo la interacción a comportamiento objetivo, restringiendo la variedad de interacciones, y con eso limitando la variedad de relaciones construidas sobre la interacción. La relación con las cosas, mediada por la computadora, también es alienada. La cosa es suplida por su imagen, reducida al funcionamiento que pueda ser objetivamente observado y controlado. El contexto de las cosas es reducido al ancho del canal de información por donde uno está enlazado con ellas. Dentro de las asociaciones, las computadoras fortalecen grandemente la autonomía organizacional. Entidades autónomas dominan la sociedad entera, perdurando, extendiéndose, reproduciéndose a si mismas, implantando relaciones jerárquicas y mediatizadas entre las personas.

Puesto que la autoimagen de cada persona refleja relaciones con la sociedad y la naturaleza, las relaciones de cada vez mas gente están mediatizadas por computadoras y la mayor autonomía es de hecho el sometimiento a otros o a organizaciones; las mas de esas personas pueden describirse como alienadas y pasivas. Esto determina en volver corruptas otras relaciones que fueron originalmente libres. La zona del orden que cada computadora delimita es real y expansiva. Dentro de esta zona, la razón y la información están alienadas y se consagran las ideologías del racionalismo y el instrumentalismo, corrompiendo todo lo que tocan. Las computadoras presentan un peligro tangible que es inherente en todas las formas del orden: teoría, lenguaje, técnica, organización. Este no necesita estar por completo formalizado para asumir el carácter del orden. La razón es siempre parcialmente formalizada, y así el dominio del orden es siempre parcialmente implantado. Los límites son necesarios, deben ser definidos y reforzados, y esta es precisamente la función misma del orden. El orden no puede ser confiable como su propio controlador.

Los límites de la libertad no pueden ser definidos o no es libertad. Solo la anarquía, el espíritu vivo de la libertad, puede defender la libertad.

(Correo A # 28, pp. 15-17; noviembre 1995)

La astucia del venerado


(Algo que aclarar sobre un artículo publicado en CNT #181, 1ª quincena de junio de 1995)

La habitual tardanza postal hizo que con mas de 4 meses de retraso llegara a Caracas la edición de CNT publicando un articulo de Juan Nuño titulado "La Veneración de las Astucias" (p. 11). Al verlo, nos pareció de importancia que se conociera alguna información sobre el autor y su trayectoria, de modo que los lectores de España y otras latitudes supieran a que atenerse respecto a la coherencia entre lo escrito y lo hecho por el personaje, pues sin querer pasar por inquisidores o custodios del ideal revelado, entendemos que para el Anarquismo y para una publicación anarquista de tanta significación esa coherencia es vital a la hora de juzgar lo que dicen sus páginas, mas allá incluso de si quien escribe se proclame o no socialista libertario.

Juan Nuño, quien murió a comienzos de este año en Caracas, fue uno de los mas reputados profesionales de la filosofía contemporánea del país, su obra es amplia y mereció todos los elogios académicos por estos lares, alcanzando a editarse fuera de Venezuela y en otros idiomas. Había nacido en Madrid, pero desde joven y huyendo de la asfixia franquista de la España de los 50, se radicó aquí donde hizo su carrera intelectual, que abarcó desde trabajos densos en Filosofía hasta multitud de artículos para publicaciones periódicas de todo tipo, destacando en la crítica cultural en general y por sus excelentes crónicas de apreciación cinematográfica.

Todo esto indica que fue un intelectual de relieve, pero lo que queremos destacar sobre su carrera es que con él volvió a cumplirse aquella sentencia de un pensador venezolano de hace 150 años en cuanto a que "el talento sin probidad es un azote". Esto puede sonar duro, y mas referido a alguien fallecido hace poco y que escribió cosas que un periódico como CNT puede publicar sin mayor desazón ideológica, pero es que Nuño fue un muy claro exponente de esos polemistas hipercríticos que viven en continua búsqueda de
debates públicos, pero que a la hora de la verdad son la versión moderna (o postmoderna, si se prefiere) de aquellos bufones medievales a sueldo del mandamás de turno, que tenían permiso hasta para insultarlo cuando ello placía a Su Alteza, y que, por supuesto, sabían hasta donde llegar en el ejercicio de esa potestad de modo que ni su cabeza ni su sitio en la mesa palaciega corrieran peligro.

En especial durante los últimos años, Nuño fue bien conocido en la prensa local por su enfermiza afición a escribir vitriólicos artículos contra lo que fuese - la afición nacional al béisbol y la del resto de Sudamérica al futbol, los neoliberales y los adversarios del FMI, los anti o pro sionistas, los enemigos de las corridas de toros, amantes u odiantes de la TV, las feministas y el antifeminismo, electoralistas o abstencionistas, etc. etc.
etc. -, en la esperanza de que alguien polemizara con él y mantener cartel como el chaval mas peleón de la cuadra de los escribidores. Quizá en este rol no habría nada grave que decir de Nuño, a no ser por 2 hechos fundamentales: en primer lugar, como suele suceder con estos "enfants terribles" en todo sitio y momento: desde hace 10 años empezó a tener un sospechoso silencio en cuanto a la denuncia de problemas colectivos concretos y sus responsables en la Venezuela de hoy, enfilando su agudeza irónica contra quienes si insurgían contra tales circunstancias, o hacia temas menos comprometedores para alguien vinculado con la estructura de poder responsable de esos problemas; en segundo término, Nuño fue miembro indudable de un bien conocido coro de mutuas alabanzas y sospechosas complicidades, donde los mismos articulistas de prensa que se citan laudatoriamente unos a otros, también se premian entre si en concursos y certámenes, se asignan en comandita becas y asesorías, se reparten presupuestos o contratos, y a fin de cuentas terminan disputando el honor de lamer con exquisitez la bota del poder.

En esto tal vez fue menos abyecto que otros, pero no es secreto para nadie en los ambientes intelectuales del país que Nuño participó a plena dedicación en el "brain trust" (mas bien "dollar gang" por la avidez mercenaria) que se cobijó a la sombra del gobierno de Carlos Andrés Pérez, que esa participación fue retribuida con esplendidez - aunque lamentablemente para el personaje, su mecenas fue echado de la presidencia antes de concederle el ambicionado Premio Nacional de Ciencias Sociales -, que antes había sido un marxista académico de larga data cuando tal condición era muy recomendable para una exitosa carrera universitaria, y que al renegar aparatosamente de las ideas socialistas lo hizo en términos lindantes con la delación. Menos conocido, pero mas cercano a nosotros, es que durante una fugaz aproximación al Anarquismo a mediados de los 80, en plena crisis de su fe en Marx, Nuño mostró interés hasta comprender que no era aquí donde satisfacería ansias de poder, figuración, acceso a recursos materiales y a seguidores sumisos.

Alguien señalará, o pensará, que es inelegante pelear con un difunto, y que mas importante que la persona son las ideas presentadas con brillantez y claridad en el artículo que dio pie a esta nota, las cuales no objetamos pero si que, al ser expuestas por quien tuvo tan cuestionable trayectoria vital, pierden la referencia moral personal que debe acompañar cualquier crítica coherente a la opresión en todas sus manifestaciones. Sin pretender una "pureza total de conducta" inexistente, hay muchos anarquistas y no
anarquistas capaces de reunir comportamiento individual ético con lucidez para expresar su pensamiento, siendo a ellos a quienes nuestros medios de comunicación deben abrirse, ajenos a prohibiciones absurdas respecto a que zutano no me gusta, o sus ideas, o cómo las presenta, o a dónde nos llevan. Semejantes alcabalas ideológicas son la negación del Anarquismo y siempre deben enfrentarse, como también a quienes con una mano escriben sesudos ensayos donde evidencian las barbaridades del poder capitalista burocrático y/o transnacional, mientras con la otra redactan discursos a un gobernante ladrón del Tercer Mundo, o componen artículos sosteniendo que la explicación del levantamiento popular caraqueño del 27 de febrero de 1989 fue un simple "arrebato de locura colectiva".

Colectivo Plum@ - Caracas
(Editores de CORREO A, # 28, p. 14, noviembre 1995)

Recordando a Seneca Falls: la Primera Convención Feminista


   El 18 de julio de 1848, trescientas personas se reunieron en una capilla de Seneca Falls (New York) para discutir una declaración sobre las condiciones y derechos sociales, civiles y religiosos de la mujer. Las inspiradoras y organizadoras: Lucretia Mott, Elizabeth Cady Stanton y Margaret Fuller. No es extraño que el feminismo haya nacido en el país que se originó en la modernidad, por ella y para ella. Los movimientos europeos fueron posteriores y miraban constantemente hacia Norteamérica como experiencia modelo. Mientras Marx y Engels decían en el Manifiesto Comunista (texto que se discutía febrilmente en Europa) que “la historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases”, dividiendo así el mundo en explotadores y explotados, las mujeres norteamericanas proclamaban que “la historia de la humanidad es la historia de las repetidas vejaciones y usurpaciones por parte del hombre con respecto a la mujer, y cuyo objetivo directo es el establecimiento de una tiranía absoluta sobre ella”. Partieron ellas la humanidad entre hombres y mujeres; comenzaba entonces la guerra de los sexos.

¿Quiénes eran esas mujeres?

   Las mujeres de Seneca Falls tuvieron un antecedente de gran relevancia, nada menos que Abigail Smith Adams, esposa de John Adams (uno de los principales redactores de la Constitución de los Estados Unidos en 1776), quien le reclamaba reiteradamente a su esposo el reconocimiento de los derechos de las mujeres en las nuevas leyes. Ella le escribía cosas como estas: “en el nuevo código de leyes, que supongo tendréis que redactar, desearía que te acordases de las damas...No pongas un poder tan ilimitado en las manos de los maridos. Recuerda que todos los hombres serían tiranos si pudiesen”. “Si no se nos presta especial atención y cuidado a las damas, estamos decididas a organizar una rebelión y no nos consideramos obligadas a reconocer ninguna ley en la que no hayamos tenido ni voz ni voto.” Y algo aún más brillante: ...“No puedo decir que te considere harto generoso con las damas; pues, mientras proclamas la paz y la buena voluntad entre los hombres y emancipas a los pueblos, insistes en retener un poder absoluto sobre las esposas. Empero, debes recordar que el poder arbitrario es, como la mayoría de las cosas duras, muy fácil de romper; y a pesar de vuestras sabias leyes y normas, está dentro de nuestro alcance, no solamente liberarnos, sino someter a nuestros amos, y, sin hacer uso de la violencia, lograr que derraméis a nuestros pies tanto vuestra autoridad natural como la legal”. Ante estas advertencias de su esposa, Adams se rió y sentenció: “...tu carta ha sido la primera amenaza de que otra tribu, mas numerosa y poderosa que las demás, empieza a estar descontenta.”

   Las de 1848 fueron mujeres que heredaron la valentía e inconformidad de Abigail. Fervorosas militantes de una causa, organizaban conferencias populares, recogían firmas para solicitar a las Legislaturas la revisión de disposiciones injustas, se atrevían a concurrir a las elecciones a depositar un voto que no les era permitido. En fin, mas de una trifulca resulto de la actividad incansable de estas mujeres. Cualidad que caracterizaba a las mas importantes militantes feministas de esa época era su elocuencia; oradoras por excelencia, formadas en la pelea diaria, dejaron muy pocos testimonios o análisis escritos.

   Entre las muchas razones que explican la aparición de esta nueva “tribu” están: el auge del liberalismo, el ascenso vertiginoso de la clase media y el gran crecimiento económico que caracterizó a los EE. UU. en el siglo XIX. Tenemos, sin embargo, dos circunstancias ciertamente importantes: el debate encendido de leyes y códigos para regir la vida política, económica y social en permanente cambio para esos días; y el vinculo de las primeras contestatarias con movimientos religiosos tales como el Puritanismo y los Cuáqueros. Resulta que muchas de las pioneras y figuras claves del feminismo norteamericano eran cuáqueras, dos ejemplos relevantes son Lucretia Mott y Susan B. Anthony. Como muchos otros cultos perseguidos en Europa, los cuáqueros se asentaron en territorio de América del Norte y fundaron colonias, la mas famosa de ellas, Pennsylvania. Pero, ¿qué tenían de particular los cuáqueros?

   Al igual que otras religiones, eran encendidamente fanáticos a su fe y normas de conducta - entre las cuales estaban: la práctica del pacifismo, la honestidad estricta, la negación al pago de contribuciones a cualquier iglesia (incluyendo la propia) y el no reconocimiento de los sacramentos -, siendo severamente vigilados en la observancia por sus propios correligionarios. Rechazaban toda intermediación con la deidad y de allí su negativa a aceptar la liturgia tradicional. Los cuáqueros sufrieron con el tiempo el mismo destino de innumerables sectas de la Norteamérica colonial: fueron diseminados, subsumidos en la cambiante religiosidad del espíritu norteamericano, otras confesiones tomarían su lugar, fenómeno constante en la vida religiosa de los Estados Unidos. No obstante, algunos preceptos defendidos por los cuáqueros como el antiesclavismo y el igualitarismo (hombres y mujeres tenían los mismos deberes y derechos) permanecieron y fueron de capital importancia para la maduración entre sus filas de mujeres luchadoras. Otras características del culto cuáquero fueron importantes tales como la verbosidad de sus miembros y la desobediencia civil.

¿Qué se discutía?

   En Seneca Falls se dio una denuncia fervorosa sobre la situación de minusvalía política, social, moral, religiosa y civil de las mujeres norteamericanas:
   En el plano político:
* “El hombre nunca le ha permitido que ella disfrute del derecho inalienable del voto.”
* “La ha obligado a someterse a unas leyes en cuya elaboración no tiene voz.”
* “Le ha negado derechos que se conceden a los hombres mas ignorantes e indignos, tanto indígenas como extranjeros.”
   En lo social:
* “Él (el hombre) ha monopolizado casi todos los empleos lucrativos, y en aquellos que ella puede desempeñar no recibe mas que una remuneración misérrima... No se la admite ni como profesor de medicina, ni de teología, ni de derecho.”
* “Le ha negado la oportunidad de recibir una educación adecuada, ya que todos los colegios están cerrados para ella.”
   En lo moral:
* “Moralmente la ha convertido en un ser irresponsable, ya que puede cometer toda clase de delitos con impunidad, con tal de que sean cometidos en presencia de su marido.”
* “Él ha tratado por todos los medios posibles de destruir su confianza en sus propias virtudes, de disminuir su propia estima, y de conseguir que esté dispuesta a llevar una vida de dependencia y servidumbre.”
   En lo religioso:
* “Tanto la Iglesia como el Estado no le permiten que ocupe mas que una posición subordinada, pretendiendo tener una autoridad apostólica que la excluye de todo ministerio.”
   En lo civil:
* “Si está casada, la ha dejado civilmente muerta ante la ley.”
* “Después de despojarla de todos los derechos como mujer casada, si es soltera y posee fortuna, esta se ve gravada con impuestos para sostener un gobierno que no la reconoce más que cuando sus bienes pueden ser rentables”...

   Los siguientes fueron los acuerdos mas importantes aprobados en esa primera asonada feminista:
1.- Que todas aquellas leyes que sean conflictivas en alguna manera con la verdadera y sustancial felicidad de la mujer, son contrarias al gran precepto natural y no tienen validez.
2.- Que todas las leyes que impidan que la mujer ocupe en la sociedad la posición que su conciencia le dicte, o que la sitúen en una posición inferior a la del hombre, son contrarias al gran precepto de la naturaleza y no tienen validez, pues este precepto tiene primacía sobre cualquier otro.
3.- Que la mujer es igual al hombre - que así lo pretendió el creador - y que por el bien de la raza humana exige que sea reconocida como tal.
4.- Que las mujeres de este país deben ser informadas en cuanto a las leyes bajo las cuales viven; que no deben seguir proclamando su degradación, declarándose satisfechas con su actual situación, ni su ignorancia, aseverando que tienen todos los derechos que desean.
5.- Que puesto que el hombre pretende ser superior intelectualmente y admite que la mujer lo es moralmente, es preeminente deber suyo animarla a que hable y predique en todas las reuniones religiosas.
6.- Es deber de las mujeres de este país asegurarse el sagrado derecho del voto.
7.- La igualdad de los derechos humanos es consecuencia del hecho de que toda la raza humana es idéntica en cuanto a capacidad y responsabilidad.”

¿Qué nos dejaron?

   Muchos pretenden que las luchas feministas del siglo pasado no tuvieron consecuencia alguna, sin embargo, otra sería la situación si ellas no se hubieran sublevado. ¿Cuál es la lucha en la actualidad, si casi todo lo que se propusieron las revolucionarias de Seneca Falls se ha obtenido? (¿Se ha logrado realmente?). Los movimientos feministas masivos han desaparecido o están en receso al igual que otros movimientos colectivos, incluyendo al que está intrínsecamente ligado a la sociedad industrial: el sindicalismo. ¿Qué nos toca a nosotras ahora? ¿Será solo la pelea cotidiana, la que se hace desde el hogar y que no pocas veces culmina en divorcio y soledad?...

(Nota: Las citas son del libro de Amalia Martín Gamero: Antología del Feminismo, Madrid, Alianza, 1975.)

Cynthia Wikander
(Correo A # 28, noviembre 1995, pp. 12-13)

Con la Iglesia hemos topado


Estamos en periodo electoral y una vez mas se pone en evidencia que, por suerte, algo crítico está pasando con la institucionalidad política.  El desinterés de la comunidad por los comicios, al menos en los grandes centros poblados, es abrumador y la abstención prevista es casi tan grande como la magnitud de los fraudes que se cocinan.  Pero lo que es más notable es que nadie parece tener algo que decir a este respecto, ni da razones serias para que la gente vaya a votar, que no sean las cantilenas oficiosas de siempre, oscilantes entre la amenaza y el ruego.

En este sentido, ahora la mejor defensa de la legitimación electoral de la democracia representativa venezolana proviene de uno de sus críticos mas preclaros, como es el grupo de jesuitas que publica la revista SIC - el Centro Gumilla -, quienes en nuestro país han abanderado la tarea política de la famosa orden. Y este hecho no deja de ser intrigante. ¿Por que lo hacen?

A nadie le cabe duda que son dos las fuerzas que han tratado de llenar el vacío político que se abrió después del 27-F, y ambas lo han logrado con relativo éxito, considerando que hasta un poco antes de esa fecha pasaban casi desapercibidas: las Fuerzas Armadas y la Iglesia Católica.  El sector de las FF.AA. que se ha comprometido en la actividad política no tiene un discurso político inteligente ni serio, pero cuenta con la fuerza, que no es solo una amenaza sino que la ha usado con liberalidad, bastante irresponsablemente y con poca eficiencia, pues ni éxito han tenido sus cuartelazos. En cambio la Iglesia, de la mano de la sutileza e inteligencia de la Compañía de Jesús y su acercamiento a los pobres por un lado, y del Opus Dei con sus vínculos con el poder político y económico por el otro, parece estar logrando una posición en el concierto político venezolano y una influencia como nunca había tenido en la Venezuela contemporánea.  No en vano traen otra vez en febrero a su "Mega-caballo"  para reforzar posiciones. (Por cierto, ¿saben Uds. del negocio de peregrinaciones, indulgencias, comercialización audiovisual, etc., montado desde hace meses en torno a la visita papal?).

Los mejor dotados intelectual y teóricamente son los que van a intentar frenar o encausar el cambio y posicionarse para incrementar este poder que se les está dando, y por ello los artículos a los que me refiero - ver el numero de SIC en octubre -  defendiendo las elecciones, pues ahora pueden ganar con el proceso.  Consideran allí dos alternativas: una, el sistema fracasó; otra, fracasaron los actores (léase AD, COPEI, MAS, y la recién llegada Causa R).  La tesis que sostienen es, por supuesto, la última, por lo que asignan importancia a las próximas elecciones. En efecto, es a nivel municipal y estadal donde encuentran mas factible la aparición de nuevos actores y líderes (como Aristóbulo, Irene, Zambrano, etc.) que, por su supuesta cercanía a las bases, formarán la nueva clase política, y a su vez permitirán a la Iglesia comprometida con los pobres, es decir, al ala del catolicismo que encarnan los jesuitas, mayor influencia en estos dirigentes extra-partidarios, ya autónomos de los cogollos partidistas por su éxito electoral.

Sin embargo, en nuestro actual desarrollo político, esto no hace sino multiplicar las curvas del laberinto. Cuando tenemos una población altamente educada en el egoísmo, en la mentalidad de "cubículo", en asumir como conducta social la Ley del Embudo (lo grande para mi, lo chiquito para los otros), esta promoción "postmoderna" de lo exclusivamente local no puede sino potenciar el extravío al reforzar la inmediatez de miras en nuestras decisiones, acentuando lo que no pasa del aquí y del ahora, limitado al ciego alcance de lo más perentorio, cuando no siempre lo urgente es lo mas importante, aunque requiera prioridad en la solución. Porque no debemos dejar de preguntarnos ¿Cuál es el marco en el que se inscribe votar por fulano, que dicen que no es ladrón, o por mengano, que si es ladrón pero es pana y a lo mejor me arrima al sabor? ¿Qué modelo de futuro se está construyendo que justifique votar por aquel alcalde o este gobernador? ¿Qué verdadero liderazgo con raíz social pueden encarnar candidatos que ganen, en el mejor de los casos, con el voto del 10 o 15% de los electores potenciales?...

Las dudas sobre estos puntos lucen evidentes, a pesar de toda la dialéctica argumental de los columnistas de SIC. De hecho, ya dice bastante el que sean ellos quienes asumiesen esta ardua tarea de reivindicar el acto electoral, y no los propios candidatos, que si acaso se enteran de ese inédito "ejercicio espiritual" de los herederos de Ignacio, dirán que si, que están de acuerdo, que ellos mismos son esos ungidos líderes de base, para olvidar el asunto a la hora de cierre de  mesas de votación y de apertura del reparto de botín.

Pedro Pablo
(Correo A # 28, p. 3; noviembre 1995)